miércoles, 19 de marzo de 2008

Star Wars...

Una versión que casi supera al original...

Animalitos...

Desde Japón...

lunes, 17 de marzo de 2008

viernes, 22 de febrero de 2008

Ibeer...

Para el que dentro de unos meses se compre el tan deseado por algunos Iphone...

El Señor de las Galaxias Capítulo 1.

Entrevista a Yoda...

viernes, 15 de febrero de 2008

2008-sports-illustrated-swimsuit-issue...

Quicir... que ya ha salido en los usa el nímero de Sports Illustrated especial bikinis...aquí tenéis unas foticas... me gusta en especial ésta...


viernes, 25 de enero de 2008

Yo no hubiese dicho mejor...



Este texto es de un correo que me ha llegado y os puede interesar. Es la respuesta del escritor José Luis Sampedro contra la intención de la SGAE de cobrar un canon por sacar libros de las bibliotecas. Me parece un insulto y una afrenta a todos los ciudadanos. Cualquier día nos van a cobrar por pensar, en fin.
Saludos


Escrito y firmado por José Luís San Pedro, escritor, filósofo y buena gente.


POR LA LECTURA


Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido, atendía su biblioteca circulante. Era suya porque la había creado él solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos. Sus 'clientes' éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres a quienes sólo cobraba cincuenta céntimos al mes por prestar a cada cual un libro a la semana. Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a Karl May.
Muchos años después hice una visita a una bibliotequita de un pueblo madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos. Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que estaban leyendo. Durante la espera, las madres curioseaban, cogían algún libro, lo hojeaban y a veces también ellas quedaban prendadas. Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos: algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera otros mundos.
Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran hospital de Valencia. La biblioteca de atención al paciente, con la que mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los propios enfermos, fue creada por iniciativa y voluntarismo de una empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados, paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y luchas con la administración intentando convencer a burócratas y médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en reconocimiento a su labor en favor del libro.

Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón bibliotecario, al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de pago. Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a los autores del desgaste del préstamo.
Me quedo confuso y no entiendo nada. En la vida corriente el que paga una suma es porque:

a) obtiene algo a cambio.b) es objeto de una sanción.


Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe ser multada por cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y fomentar la lectura?
Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la operación? ¿Acaso dejaron de cobrar por el libro? ¿Se les leerá menos por ser lecturas prestadas? ¿Venderán menos o les servirá de publicidad el préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos?. Pero, sobre todo: ¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos? No entiendo a esa Europa mercantil. Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra. Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de autor cargándose a las bibliotecas. He firmado en contra de esa medida en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña. ¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS! José Luis Sampedro.

Si estas de acuerdo, pásalo. Por el placer de la lectura.

jueves, 24 de enero de 2008

De lejos están todas buenas...

Un anuncio...


www.Tu.tv

miércoles, 23 de enero de 2008

miércoles, 16 de enero de 2008

Tenéis que ver esto...

No es ninguna broma, es muy serio...un piso de 5 m2...

Publi...

Mirar al centro de la espiral, os prometo que no es ningún susto de esos chungos, sólo es un efecto óptico...



lunes, 14 de enero de 2008

Jeff Dunham...

Jeff Dunham dicen que es el mejor ventrílocuo de Usa, aquí hay un par de vídeos, con subtítulos en castellano, muy buenos, se entienden muy bien, también. (Vía edannygala-Youtube)



miércoles, 9 de enero de 2008

Animales...

Que vuelvo con el rebaño...


Nuevo anuncio de axe...

No sé yo, pero como huela a chocolate me lo compro...No dicen que el chocolate es sustitutivo del sexo?...



jueves, 3 de enero de 2008

Un poco de agilidad...


Como han cambiado...

Fijaros en como eran...sobre todo Salma Hayek y Paulina Rubio...irreconocibles...


martes, 1 de enero de 2008

Informática para cambiar de aspecto...

Si lo que no inventen los japoneses...

Ingenioso...

Hay veces que me quedo tonto, viendo lo que hace la gente cuando se aburre...


Funny Invention - Funny bloopers R us

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Un poco de musiquita...


sábado, 20 de octubre de 2007

Como construir una casa en un dia...

Por supuesto...en Japón...



(via Kirai)

Video anuncio...

Este anuncio tiene algo de hipnótico...que no puedo dejar de mirarlo...

Video cámara oculta...

¿Eres un vampiro?...

miércoles, 17 de octubre de 2007

Una de onanismo...(o sea...de pajas)...

No he podido evitar colgar éste artículo, es de la página El sentido de la vida, y no tiene desperdicio...

Las pajas (I)
En esta época en la que por todas partes afloran expertos en todo, debo admitir que no soy más que un simple aficionado en la mayoría de las cosas que hago. Hablo varios idiomas pero no domino ninguno, soy capaz de tocar varios instrumentos pero con ninguno de ellos me podría ganar la vida, dibujo de manera mediocre, no escribo ni como Faulkner ni como muchos otros escritores universales cuyas obras jamás leí. Se puede decir que diversifico mi vulgaridad. Sin embargo, si hay un tema que domino, si hay un asunto que conozco por la mano, es el de la masturbación.
Mis primeros veinte años de vida fueron difíciles. Pasé la mitad de mi adolescencia soñando con follar. El resto del tiempo me hacía pajas.
La práctica hace al maestro. Si a la práctica se une la devoción, el maestro se convierte en catedrático. Es por ello que si de un tema me veo autorizado a hablar, es sin duda del maravilloso mundo de la auto-gratificación. Esto es, las pajas.
Decía Woody Allen en Annie Hall que "masturbarse es hacer el amor con una persona a la que amas". No queda ahí el valor de la masturbación, sino que es sexo seguro en todos los sentidos. No hay que equivocarse: follar está muy bien. Woody insiste en que hay que amarse "los unos sobre los otros", pero esto no es siempre posible. Ni siquiera es siempre recomendable.
Hay multitud de ocasiones en las que una paja a tiempo te sacará de un buen apuro. Dice el Ezcritor que después de eyacular se convierte en una persona normal. Hay multitud de decisiones que lo mejor es que venga una persona normal y las tome, porque hay cosas que no se pueden dejar en manos de un sujeto alterado.
Concluimos, pues, que ya sea por precaución, por disfrute o por simple aburrimiento, una buena paja relaja y tonifica.
Tipos de paja
Decir que existe un número determinado de maneras de consumar el onanismo es intentar ponerle puertas al campo, pero intentaremos hacer aquí una selección de la tipología más habitual.
La paja a dos dedos. Como su nombre indica, se ejecuta con tan sólo dos dedos, siendo el pulgar el único que no admite sustituto. Doscientos mil años de evolución nos han dotado de un pulgar oponible para darnos la oportunidad de manejar y construir herramientas, escribir y desarrollar una cultura. Afortunadamente también podemos hacernos pajas. Paciencia, dedicación y laboriosidad definen al aficionado a la modalidad de los dos dedos.
La paja a mano vista. Se conoce así a la paja de toda la vida en la que uno se toma el mango suavemente con la palma de la mano y luego cierra los dedos hacia el interior para conformar una presa firme. Es lo que el misionero a los polvos: un clásico.
La paja de la mano izquierda. Es una paja a mano vista que se ejecuta con la mano izquierda (la derecha en caso de ser zurdo). La ventaja de esta clase es que uno tiene la sensación de que se la está meneando otra persona, dado que las sensaciones son completamente ajenas. Esto deviene a la postre en un mayor placer. Sin embargo, hacerse una paja con la mano izquierda es tan complicado como escribir con la misma, y esta clase sólo está indicada para sujetos pacientes y pajas con tiempo por delante.
Una de las desventajas de esta modalidad es que no sólo parece que te la esté meneando otra persona, sino que tienes la sensación de tener en tu mano el nabo de otro, motivo que esgrimen los detractores de la paja de la mano izquierda para optar por otras modalidades.
La paja de la mano muerta. Se trata de una evolución de la anterior y sólo apta para personas con cierta inclinación a las prácticas sadomasoquistas. Se ve precedida por una fase de preparación en la que uno se sienta sobre la mano hasta que deja de correrle la sangre por la citada extremidad y ésta cae dormida. A partir de ahí sólo queda dejarse llevar y disfrutar de una paja hecha por otra persona. Esta modalidad evita la aparición del desagradable efecto "nabo de otro en mi mano" que se daba en la paja de la mano izquierda.
Paja delegada. Es una evolución de las anteriores y se puede emplear en aquellos momentos en los que se disfruta de compañía femenina pero, por un motivo o por otro, no se puede echar un polvo. Esta modalidad se conoce también como la "paja del consultor externo", porque al principio se asume que se está en buenas manos y que todo va a ir sobre ruedas y al final acaba uno haciendo su trabajo y el del consultor. Las pajas delegadas no deben, por tanto, ser sobrevaloradas, y se deben tomar sencillamente como una variación más a introducir en el repertorio.
La paja con atrezzo. Más que una modalidad es un conjunto de clases que engloba todas aquellas pajas que se realizan con ayuda de elementos auxiliares. Entre las pajas con atrezzo se encuentran las llamadas pajas con condón o pajas deluxe, así como la famosa paja del guante de lana.
Las pajas comunales. Se las encuadra dentro de la categoaría de pajas en grupo, y en ellas uno comparte su alegría con más personas. Se distinguen varias sub-clases básicas:
La paja cruzada. Se realiza entre dos amigos que se entiendan bien, y la popularizó Torrente con su escena del coche y el "¿Qué, nos hacemos unas pajillas?".
La paja del vídeo, en la que los adolescentes se reúnen en torno a una película porno que han alquilado en el video-club de la esquina. Debido a los avances de la técnica, en la actualidad esta modalidad se encuentra tan de moda como el charleston.
La paja de la galleta. Junto a la resurrección de Elvis y los marcianos de Roswell, la paja de la galleta es una de las leyendas urbanas más apasionantes de finales del siglo XX. En esta modalidad varios amigos se la machacan en círculo y van finalizando sobre una galleta. La gracia del juego se explica en que el último en acabar se come la galleta.
Lógicamente, debido al planteamiento técnico del juego, encontrar a alguien que haya participado en la paja de la galleta y que reconozca haber "ganado" es tan complicado como encontrar a alguien que haya jugado a la ruleta rusa y que reconozca haberse descerrajado un tiro.
Una vez definido un repertorio básico, vamos a continuar el análisis de las maravillosas posibilidades del mundo onanista.
El lugar
Cualquier sitio es óptimo para la práctica del onanismo, o al menos eso piensa uno cuando tiene doce años y todavía no eyacula.
La adolescencia es una etapa muy jodida que empieza con el descubrimiento del fuego y después va in crescendo. Uno amanece un día con que su cuerpo es una compleja máquina diseñada para el placer y alguna que otra cosa y, cuando empieza a superar sus complejos y a disfrutar del asunto de repente se descubre manchándose las manos en el mejor de los casos.
Desde el momento de la revelación en el que el adolescente imberbe descubre casi por casualidad el orgasmo, está deseando con avidez su primera eyaculación. Para conducir hace falta ser mayor de edad; para beber y fumar hay que tener dieciséis años. La eyaculación es para el adolescente la vía más rápida para ser un hombre. Sin embargo, una vez la haya visto por décima vez y sea consciente de que va a terminar convirtiéndose en algo parecido a un hombre antes o después, deseará no haberla padecido nunca. Se terminan con ese hito las pajas a barra libre, aquellas que aceptan como bueno cualquier lugar y como óptima cualquier ocasión. El adolescente pasa de meneársela por todas partes y a todas horas a tener que escoger delicadamente el momento y la ubicación. Tan sólo la práctica y la investigación le permitirán desarrollar con el tiempo las técnicas para dominar la eyaculación; si no para dominarla en el sentido tántrico, sí para hacerse cargo de sus consecuencias.
El número de lugares dignos de una buena paja lo define la imaginación. El adolescente los conoce todos: el baño, la cama, el sofá del comedor, la silla de la cocina, la ducha... Cualquier lugar es válido siempre que el cuerpo lo pida, que lo hace. Y a menudo.
Los principios de la adolescencia son propicios a la clásica paja de taza del váter. Incluso sobre la frialdad de la loza el adolescente es capaz de invocar una erección pensando en la hija del kioskero, y a veces incluso pensando en el kioskero mismo. En la mayor parte de las ocasiones ni siquiera tiene que pensar en nada. Su cuerpo es el universo durante los primeros segundos de la historia del tiempo.
De la infinidad de lugares aptos para la masturbación cabe destacar dos escenarios:
La paja de la bañera. Cuando se es un adolescente, la inmersión en un baño de agua caliente resulta casi indefectiblemente en una erección inmediata. Cuando se es un adolescente, una erección termina casi irremisiblemente en una señora paja. El resultado es que la paja de la bañera pasa a los tratados de Onán.
En este tipo de acciones conviene ser un poco comprensivo con la gente que comparte el baño contigo y ejecutar una concienzuda limpieza tras la operación. Las masturbaciones de bañera son altamente gratificantes y recomendables, y reconocerás a sus aficionados porque te rechazarán indefectiblemente el Almax en sobre.
La paja de una noche de verano. Te encuentras en la cama y son las tantas de la noche de un día estival cualquiera. Llevas cuatro horas en el catre mirando el techo incapaz de conciliar el sueño. Has llegado al punto en el que crees que después del programa de radio que estás escuchando no habrá otro, y decides que una buena paja te dará ese punto de relajación que te falta para perder el conocimiento. Así pues, te quitas los calzoncillos si es que los llevabas puestos, conjuras a la vecina del quinto y te pones a darle a la zambomba intentando que no rechinen los muelles.
La triste realidad es que cuando terminas cinco minutos después no estás relajado, lo que tienes es una taquicardia de espanto y te suda hasta el ombligo por la parte de dentro. Dos horas más tarde, cuando por fin bajas de las setenta pulsaciones y se te seca el trasero, caes definitivamente frito. Nunca más, te dices, la próxima en la bañera.