
¿A nadie se le había ocurrido que las monedas son de metal y, por tanto, transmiten la electricidad? Ya, bueno, a mí tampoco. El caso es que cuando he visto la fotografía, me he preguntado porque nadie se da cuenta de cosas tan simples como buscar una moneda del tamaño del aparato e introducirla hasta conseguir el tamaño de la pila que realmente necesitas.
Además, el “inventor” de esto ha gastado tan sólo ocho monedas en lograrlo, ¡y las recuperará cuando se acaben las pilas!
(Via nopuedocreerquelohayaninventado)